Oscuridad Interior
La noche se
diluyo en mis ojos,
pulverizando
la gravedad
en la palma
de mi mano.
una sórdida
voz
anestesió mis
parpados,
exhumando acordes
ermitaños,
que se
adherían a la libertad del viento,
y huían de la
vida;
dejando
reliquias de belleza
en la
oscuridad de mi alma
así el dolor
desapareció entre mis sueños,
como la calma
desaparece con el día,
como el
espectro de la luna
se niega a iluminar
mis noches,
como la
tristeza del tiempo
recorre con
ironía mi aliento
con la
lentitud con que mueren las estrellas,
en los brazos
de Dios.
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