El anciano que internaron en la soledad
Los
años dibujaron en su rostro,
la
arrugada línea de la muerte.
que
penetra en su memoria;
devorando
la poca juventud
que
habita en sus recuerdos.
olvidado
por su descendencia
pagando
la condena de ser un anciano
en
la soledad de un asilo,
donde
día a día recibe dosis de artificial
afecto ,
derivado de un uniforme blanco y frió.
que
lo maltrata y lo viste de cadáver
y
lo obliga a coitar
con su tristeza,
recorriendo
el vacío de su realidad
mientras
sus canas lo encadenan,
a
su miedo profundo a la inexistencia
profetizada
en su cuerpo,
esperando
el momento en que la vida
rompe
su pacto con el hombre.
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