La Misericordia de la Pega de Zapato
Un
ángel emigro de un vientre mundano
y
se convirtió en materia
en
la crueldad de las calles;
bajo
el cuidado maternal de un pedazo de cartón
que
lo acaricia con sus ásperas manos,
dejando
estelas de suciedad en sus mejías,
como
cuando el ocaso escapa herido del día
y
deja su huella de sangre en el mar;
tres
monedas parapetadas en una lata
le
acompañan con nobleza
para
ser intercambiadas
por
el vapor toxico del pegamento
que
distraerá las ilusiones de su estomago.
Mientras
el semáforo entretiene al "buen" hombre
de
dedo índice negativo y hostil
el
intenta construir limosnas en sus corneas
para
poder proveer sus fosas nasales
y
prepararse para soportar la noche,
con
el arrullo de los insectos;
trata
de imaginar que no existe el frío,
mientras
su cartón lo abraza
asumiendo
el papel de madre,
y
le desea los prodigios de la muerte
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