Ficción sexual.
El
maquillaje delinea belleza en tu gesto
para
ofertar tu cuerpo a lujuria ajena,
el
deseo pone precio a tu pudor
y
el alcohol se burla de la moral,
tu
desnudez se vuelve inspiración erótica
escrita
con delicadeza sobre una cama,
donde
cobijas con falsos bramidos
el
oído del que consume tu ficción
y
satisface su soledad con tu trabajo,
otorgándote
el pan de cada día
mientras
profana tu dignidad,
tu
violentada realidad es fantasía de otro,
tus
labios pintados de aflicción
simulan
oscuros orgasmos
que
el látex aprisiona
en
su destino artificial
y
así concluye el placer
que
fabricas en los hombres
con
el desprecio delimitando el final
del
antiguo ritual de la prostitución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario