El ultimo abrazo
Recuerda
Abuelita el último abrazo,
con
el que le dije que regresaría
ese
abrazo no fue de despedida;
ese
abrazo contenía toda mi ilusión de volverla a ver,
de
volver a escuchar sus historias por las tardes,
recuerda
Abuelita, esa tierna rutina que tenia
justo
cuando el sol escapaba de la tierra
usted
cubría con una manta al periquito
mientras
le cantaba para que se durmiera,
igual
que Dios cubre la tierra con la noche
para
que el hombre sueñe;
recuerda
Abuelita cuando alimentaba a escondidas
a
yogui y a flofy como una amorosa travesura;
desde
que ya no está Abuelita las muñecas que hizo
con
sus manos cubiertas de años parecen estar intranquilas,
los
botones que usted les tejió como ojos,
tienen
una brillante humedad; como que se escondieran
para
llorar amargamente por las noches su ausencia,
Abuelita,
el último abrazo que nos dimos
es
el ultimo recuerdo que tengo de usted;
antes
de que se marchara a la eternidad en nuestros recuerdos;
porque
cuando regrese solo encontré instalado
el
ritual con el que el ser humano despide a sus muertos;
Abuelita,
ahora que usted ya no esta
no
entiendo porque el sol sigue saliendo,
no
entiendo porque la tierra gira con agobiante normalidad,
solo
el cielo en sus intervalos más oscuros
parece
entender esta insoportable tristeza
y
comparte su llanto con las calles;
desde
que se fue Abuelita mi vida tiene los genes de una pesadilla
incluso
esa sensación de que pronto despertare
y
podre verla de nuevo, riendo en alguna etapa de mi vida,
donde
siempre estuvo desde que nací;
pero
el recuerdo de ese triste día en el que
la despedimos
cuando
una ancianita que olía a llanto,
y
en su mejilla tenía una lagrima que se había podrido con el tiempo;
se
acerco a su ataúd y su mirada se perdió en el cristal,
que
separa la vida de la muerte, me hizo ver;
que
usted se ha marchado para siempre,
y
ahora solo tengo este deseo incontenible de volverla a abrazar.