sábado, 23 de marzo de 2013

El ultimo abrazo

El ultimo abrazo

Recuerda Abuelita el último abrazo,
con el que le dije que regresaría 
ese abrazo no fue de despedida;
ese abrazo contenía toda mi ilusión de volverla a ver,
de volver a escuchar sus historias por las tardes,
recuerda Abuelita, esa tierna rutina que  tenia
justo cuando el sol escapaba de la tierra
usted cubría con una manta al periquito
mientras le cantaba para que se durmiera,
igual que Dios cubre la tierra con la noche
para que el hombre sueñe;
recuerda Abuelita cuando alimentaba a escondidas
a yogui y a flofy como una amorosa travesura;
desde que ya no está Abuelita las muñecas que hizo
con sus manos cubiertas de años parecen estar intranquilas,
los botones que usted les tejió como ojos,
tienen una brillante humedad; como que se escondieran
para llorar amargamente por las noches su ausencia,
Abuelita, el último abrazo que nos dimos
es el ultimo recuerdo que tengo de usted;
antes de que se marchara a la eternidad en nuestros recuerdos;
porque cuando regrese solo encontré instalado
el ritual con el que el ser humano despide a sus muertos;
Abuelita, ahora que usted ya no esta
no entiendo porque el sol sigue saliendo,
no entiendo porque la tierra gira con agobiante normalidad,
solo el cielo en sus intervalos más oscuros
parece entender esta insoportable tristeza
y comparte su llanto con las calles;
desde que se fue Abuelita mi vida tiene los genes de una pesadilla
incluso esa sensación de que pronto despertare
y podre verla de nuevo, riendo en alguna etapa de mi vida,
donde siempre estuvo desde que nací;
pero el recuerdo  de ese triste día en el que la despedimos
cuando una ancianita que olía a llanto,
y en su mejilla tenía una lagrima que se había podrido con el tiempo;
se acerco a su ataúd y su mirada se perdió en el cristal,
que separa la vida de la muerte, me hizo ver;
que usted se ha marchado para siempre,
y ahora solo tengo este deseo incontenible de volverla a abrazar.