domingo, 9 de noviembre de 2014

El Inmortal (a mi Padre)

El Inmortal (a mi Padre)

Rastreando un momento feliz  entre fotos
que paralizan recuerdos para siempre,
descubrí  que nunca imagine la muerte
hasta que su aliento de invierno
humedeció mis pupilas;
desde que no estás,
mi mirada no ha cambiado de estación,
mis parpados anhelan morir cada noche
para poder verte a la distancia de un sueño,
para oírte en otra realidad,
para fingir que estas aquí y no extrañarte,
me gustaría decirte que ya no soy el niño
que creía en la medicina cuando enfermaba,
ahora sé que era el amor de tus cuidados el que me curaba
y comentarte también que deje de ser
el adolescente que creía en la rebeldía,
ahora soy el hombre que extraña tus consejos,
que necesita sentir la fuerza de tus abrazos
cada vez que volvía de emprender alguna estupidez;
con tus manos construiste una familia,
por eso no acepte que aquel día
las flores te rodearan y se reunieran todas
alrededor del ataúd que encerró tu despedida,
como la oscuridad rodea las estrellas al extinguirse
por eso me negué a escuchar el orfeón
que anunciaba tu ausencia;
esos decibeles religiosos devotos del miedo
se enredaban en mi alma y la asfixiaban de culpa,
por eso no acepte la mentira de una oración salvadora que traiciono la fe;
por eso no acepto que ya no estés aquí.

jueves, 7 de agosto de 2014

La Raíz de los Sueños Muertos

La Raíz de los Sueños Muertos

La luna aferrada en una lagrima
se resbala liquida por mi rostro
sincronizando la noche con mi tristeza
en la oscuridad donde mueren los secretos,
donde los cadáveres de los sueños
intentan cobrar vida,
mientras el cielo se entretiene
con la muerte de una estrella fugaz,
que lleva en sus intestinos
los deseos de los desesperados,
laberintos de monotonías incoherentes
que se ahuyentan en cada tempestad,
como escorpiones que caen de los muros
sorprendidos por la suela de un  zapato
extinguiendo el veneno que no llego a su destino,
gritos adornados de silencio
que solo son escuchados
por la timidez de un dios
que no se atreve a existir
preguntas  incriminatorias
que acumulan maldición
en los orificios auditivos de la nada
simulando el sonido del insecto
transmisor de la ignorancia.

domingo, 30 de junio de 2013

Un extraño cambio de destino

Un extraño cambio de destino

En ese extraño segundo de abandono
que reflejo en sus corneas la noche
el mundo volvió a ser otro,
la vida volvió a ser otra,
la necesidad volvió a ser otra,
volvió esa tristeza con la que regresamos
a los labios de aquel litoral de sueños,
donde el mar se tragaba el sol a ciertas horas,
y los ocasos eran  deseos realizados
de los cobardes que creen en el destino
y todo sucedió en ese extraño segundo
con apariencia de siglo;
en ese instante
que le extrae una costilla al sarcasmo
y  confecciona  la más profunda
de las melancolías a la vida.

lunes, 1 de abril de 2013

Dios se empeña demasiado en no existir

Dios se empeña demasiado en no existir

Mi alma se enreda,
en la exhalación de su recuerdo,
en el vació marcado por la muerte;
en el escalofrió que acecha por el viento
perdido en una cobarde plegaria,
en un mundo que me provoca claustrofobia,
olor a suicidio que recorre mi encierro
en un ataúd a la medida de mi soledad,
mientras la vida consume sus muertos a diario,
escribiendo destinos o dejándolos en blanco
qué más da si Dios es capaz de estar tranquilo;
y yo siento la tristeza descender
descaradamente visible por mi frente
atrayendo un enjambre de pensamientos
que se convierten en insomnio,
que algún rayo de sol interrumpe
al deslizarse por mi cuarto;
que huele a tabaco y a desorden,
partículas de sueños rotos bajo mi cama
que soportan la oscuridad cada noche
y beben la humedad con la que mis ojos
manifiestan el dolor de su ausencia.
¡qué más da si Dios es capaz de no existir!


sábado, 23 de marzo de 2013

El ultimo abrazo

El ultimo abrazo

Recuerda Abuelita el último abrazo,
con el que le dije que regresaría 
ese abrazo no fue de despedida;
ese abrazo contenía toda mi ilusión de volverla a ver,
de volver a escuchar sus historias por las tardes,
recuerda Abuelita, esa tierna rutina que  tenia
justo cuando el sol escapaba de la tierra
usted cubría con una manta al periquito
mientras le cantaba para que se durmiera,
igual que Dios cubre la tierra con la noche
para que el hombre sueñe;
recuerda Abuelita cuando alimentaba a escondidas
a yogui y a flofy como una amorosa travesura;
desde que ya no está Abuelita las muñecas que hizo
con sus manos cubiertas de años parecen estar intranquilas,
los botones que usted les tejió como ojos,
tienen una brillante humedad; como que se escondieran
para llorar amargamente por las noches su ausencia,
Abuelita, el último abrazo que nos dimos
es el ultimo recuerdo que tengo de usted;
antes de que se marchara a la eternidad en nuestros recuerdos;
porque cuando regrese solo encontré instalado
el ritual con el que el ser humano despide a sus muertos;
Abuelita, ahora que usted ya no esta
no entiendo porque el sol sigue saliendo,
no entiendo porque la tierra gira con agobiante normalidad,
solo el cielo en sus intervalos más oscuros
parece entender esta insoportable tristeza
y comparte su llanto con las calles;
desde que se fue Abuelita mi vida tiene los genes de una pesadilla
incluso esa sensación de que pronto despertare
y podre verla de nuevo, riendo en alguna etapa de mi vida,
donde siempre estuvo desde que nací;
pero el recuerdo  de ese triste día en el que la despedimos
cuando una ancianita que olía a llanto,
y en su mejilla tenía una lagrima que se había podrido con el tiempo;
se acerco a su ataúd y su mirada se perdió en el cristal,
que separa la vida de la muerte, me hizo ver;
que usted se ha marchado para siempre,
y ahora solo tengo este deseo incontenible de volverla a abrazar.


sábado, 2 de junio de 2012

Péndulo Nostálgico

Péndulo Nostálgico

Los recuerdos se acumulan
en mis ojeras,
trastornando cada lagrima
concebida por mis ojos;
suave péndulo alterno
que titubea en la perplejidad,
hasta que el silencio
se convierte en pasado
de trágicos rastros
coloreados por el invierno,
que se marchita como el cielo
antes de la tormenta
y caen sobre la emocionante desolación
que agoniza en tu existencia
de autoría divina e imperfecta,
de precipicios depresivos que
aparecen de la nada arrastrados
por el más trivial de los vientos
diseñando una encantadora tristeza
sobre mi alma.

martes, 29 de mayo de 2012

El oscuro ceremonial de la fe

El oscuro ceremonial de la fe

La visión del soñador se despierta
con el impacto de nuestros labios
exprimiendo lagrimas bajo el cielo;
dolorosas voces extraídas
de oscuridades oxidadas,
se acercan a mis escombros
como serpientes escapando
de la luz insoportable
¿donde está la realidad?
la he perdido entre mis sueños
ya no despierto con el amanecer
pertenezco a los antojos de la imaginación,
neurótica y alucinógena
que se esconde en mi soledad,
bajo la esperanza en estado de putrefacción
que ofrezco cada noche a un dios mitológico,
del que no puedo escapar
aunque trate de no pronunciar  mi oración desesperada.